Reunión clave entre Repsol y EEUU en medio de tensiones por Venezuela

En un momento de alta tensión comercial y con la licencia para operar en Venezuela ya expirada, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, se reunió esta semana con Chris Wright, secretario de Energía de Estados Unidos, a propósito de la Alaska Sustainable Energy Conferenceque se celebra en Anchorage del 3 al 5 de junio.

Aunque no trascendieron detalles del encuentro, la conversación adquiere especial relevancia por el doble frente ante el que se encuentra la energética española: la incertidumbre regulatoria en EE UU y el bloqueo a su actividad petrolera en Venezuela, reseñó Infobae.

Estados Unidos es uno de los principales mercados para Repsol. Allí emplea a más de 800 personas, opera una producción de 190.000 barriles equivalentes de petróleo diarios -un tercio del total global de la compañía- y mantiene inversiones significativas en energías renovables desde su entrada en 2021 con la compra de 40% de Hecate Energy. Actualmente gestiona más de 2.000 MW de capacidad eólica y solar entre instalaciones activas y en construcción. No obstante el contexto político y arancelario marcado por la política energética de Donald Trump, ha llevado a la compañía a congelar futuras inversiones en territorio estadounidense.

«Preferimos tener todas las cartas en nuestras manos antes de asumir compromisos. Vamos a esperar a ver cómo evoluciona la negociación global, especialmente entre Europa y Estados Unidos», declaró Imaz durante la reciente presentación de resultados trimestrales. La cautela responde al temor de un endurecimiento del entorno arancelario que podría impactar la rentabilidad de sus operaciones.

Tensiones por Venezuela

Pero el frente más delicado se encuentra en Venezuela. El 27 de mayo venció la licencia operativa otorgada por Washington a empresas extranjeras que trabajan con Pdvsa, entre ellas Repsol. A pesar de ello, Imaz aseguró ante los accionistas que la compañía continuará sus actividades en el país latinoamericano. «Contamos con un marco de respeto a la legalidad venezolana y a la legalidad internacional, incluida la de Estados Unidos. Nuestra intención es seguir generando valor bajo estos marcos», afirmó.

Actualmente, 85% de la operación de Repsol en Venezuela está vinculada a la producción de gas, recurso clave para el sostenimiento del sistema eléctrico del país. La energética busca alternativas que le permitan mantener su presencia en el país, sin incurrir en violaciones de las normativas estadounidenses.

La reunión con Wright cobra aún más peso, no solo como gesto diplomático, sino también como una posible vía para clarificar el futuro de sus operaciones en Venezuela y en Estados Unidos. La posición de Repsol, a caballo entre dos geografías marcadas por decisiones políticas impredecibles, refleja los desafíos que enfrentan las multinacionales del sector energético en un escenario global cada vez más fragmentado.

Fuente: El Nacional

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