Venezuela planea reducir la quema y venteo de gas natural en 71% para 2030 con respecto a los niveles de 2024, según su último plan climático, o contribución determinada a nivel nacional (CDN), enviado al organismo climático de la ONU, la CMNUCC.
En su última Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), Venezuela se propone invertir 7.000 millones de dólares hasta 2030 en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. De este monto, $1.100 millones se destinarán a la adaptación del sector gasístico. Esta es la segunda NDC de Venezuela, con objetivos para 2030, si bien muchos países están trabajando en compromisos en el marco del Acuerdo de París sobre el clima que se extienden hasta 2035.
El país mantuvo su meta para 2030 en una reducción del 20% en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en comparación con un escenario sin cambios (BAU, por sus siglas en inglés). Los escenarios BAU suelen asumir emisiones basadas en las políticas actuales, lo que permite un mayor margen de incremento, reseñó la agencia Argus.
El gas natural tuvo poca relevancia en la primera Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) de Venezuela, presentada en 2017. Los nuevos esfuerzos reducirían la quema de gas en 917 millones de pies cúbicos equivalentes por día, o 20,7 millones de toneladas métricas (t) por año de CO2 equivalente (CO2e).
Esta promesa surge en un contexto donde la falta de infraestructura y capacidad de procesamiento ha llevado a Venezuela a desperdiciar hasta la mitad de su producción de gas. El volumen ronda los 4 mil millones de pies cúbicos diarios, tras años de declive de su industria petrolera.
Detalles del plan
Alrededor del 90% de la producción de gas de Venezuela está asociada, según estimaciones de la industria, por lo que no puede reducir la producción de gas al mismo tiempo que reduce la producción de petróleo.
Venezuela afirma ahora que quiere centrarse en reducir el desperdicio de gas, especialmente en los estados Anzoátegui y Monagas, principales productores de gas.
El país intenta sin éxito llegar a acuerdos para exportar gas a Colombia y recientemente canceló un acuerdo con Trinidad y Tobago para explorar reservas conjuntas de gas. Las sanciones estadounidenses y los desacuerdos sobre la presencia militar estadounidense frente a las costas de Venezuela han obstaculizado ambos planes.
El plan requerirá «un aumento en la capacidad para manejar, comprimir, tratar, transportar y distribuir hidrocarburos gaseosos destinados a la industria petrolera y al mercado nacional», según indica Venezuela en su Contribución Determinada a Nivel Nacional.
Parte del gas se destinaría a la generación de electricidad, tras décadas de apagones y escasez en Venezuela. Algunas centrales eléctricas se convertirían para quemar gas en lugar de combustibles líquidos más caros. Esto podría ahorrar aproximadamente 5,6 millones de toneladas anuales de CO2e.
Las siete centrales incluidas en esta estrategia abarcan desde la Planta Centro de 2.600 MW, que en los últimos años parece estar mayormente fuera de servicio, hasta la central Santa Bárbara de 44 MW, y están distribuidas por todo el país. Venezuela cuenta con una capacidad instalada total de 3,4 GW, según un resumen de cifras gubernamentales elaborado por el profesor de energía Nelson Hernández.
Pero el gobierno de Nicolás Maduro, con problemas de liquidez y sujeto a sanciones, tendrá dificultades para financiar cualquier propuesta climática, dijo un analista de la industria del gas que pidió no ser identificado.
El gobierno «simplemente intentará presentar esto a organismos multilaterales o agencias de cooperación extranjera, a ver quién se interesa», dijo. El plan surge una semana antes de la conferencia climática COP30 de la ONU en Belém, Brasil, donde el país anfitrión ha impulsado la priorización de la financiación para la mitigación y adaptación al cambio climático en los países en desarrollo.
Fuente: Finanzas Digital