FMI y Banco Mundial se reúnen bajo la sombra de nuevas tensiones comerciales

Los principales líderes económicos del mundo se reúnen esta semana en Washington para participar en las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, en un clima marcado por la creciente rivalidad comercial entre Estados Unidos y China y las señales de vulnerabilidad en la economía global.

El encuentro, que congrega a ministros de Finanzas, presidentes de bancos centrales y autoridades de organismos multilaterales, se desarrolla en medio de un contexto de recrudecimiento de las tensiones comerciales, luego de que Pekín anunciara nuevos controles a la exportación de tierras raras —insumos clave para las industrias tecnológicas y energéticas—, una medida que Washington calificó de “extremadamente agresiva”.

El presidente estadounidense Donald Trump respondió con la amenaza de imponer aranceles del 100% a los productos chinos, un incremento que se sumaría a las tarifas ya vigentes, de al menos 30% desde mayo. Aunque el mandatario intentó moderar el tono en días recientes, asegurando que “quiere ayudar a China, no dañarla”, sus declaraciones evidencian el deterioro del diálogo bilateral.

Las nuevas restricciones de Pekín afectan materiales críticos para sectores como la tecnología, la defensa y las energías renovables, campos en los que China domina gran parte de la cadena de valor mundial. La disputa entre ambas potencias promete dominar las conversaciones en Washington, en momentos en que el comercio global intenta reacomodarse tras años de disrupciones.

Advertencia del FMI

En la antesala del encuentro, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, advirtió sobre los riesgos persistentes que enfrenta la economía internacional, cinco años después de la pandemia de COVID-19. En su tradicional discurso previo a las reuniones, Georgieva señaló que, si bien el crecimiento mundial ha mostrado una resiliencia mayor a la esperada, persisten factores de fragilidad que podrían alterar el equilibrio actual.

El informe de Perspectivas de la Economía Mundial (WEO), que el FMI presentará en el marco de las reuniones, ofrecerá una evaluación sobre el impacto de las políticas comerciales y de los aranceles en el desempeño global. Georgieva adelantó que el estudio reflejará una economía que “ha resistido mejor de lo que se temía, pero peor de lo que se necesita”.

Uno de los focos de preocupación del organismo es el auge de las valoraciones de empresas vinculadas a la inteligencia artificial (IA). Georgieva alertó sobre la posibilidad de una “corrección violenta” en los precios de estos activos, comparando la situación actual con los niveles alcanzados durante la burbuja tecnológica de finales de los años noventa.

Equilibrio frágil

A pesar de las advertencias, el FMI reconoce que la economía mundial ha evitado una desaceleración más profunda, gracias a la resistencia del consumo y a la prudencia de los bancos centrales. Sin embargo, el margen de maniobra se reduce frente a los riesgos geopolíticos y la persistencia de medidas proteccionistas.

En Washington, las discusiones girarán en torno a cómo preservar la estabilidad en un escenario de fragmentación comercial y tecnológica. Para muchos analistas, la relación entre Estados Unidos y China volverá a marcar la agenda, con implicaciones que trascienden los mercados y alcanzan el orden económico global.

En palabras de Georgieva, la prioridad es clara: “Evitar que la economía mundial se divida en bloques enfrentados”. Pero el desafío es mayúsculo. Las decisiones que adopten las principales economías en estos días podrían definir si el mundo logra mantener el rumbo hacia una recuperación sostenible o si entra, nuevamente, en una etapa de incertidumbre prolongada.

Fuente: Finanzas Digital

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