América Latina y el Caribe registró un aumento del 2,2% en su productividad laboral entre 2023 y 2024, pero ese avance no es suficiente para superar el rezago frente a economías desarrolladas, advirtió la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en su informe «Panorama de las Políticas de Desarrollo Productivo en América Latina y el Caribe 2025».
El documento señala que la región enfrenta una productividad estancada desde hace más de una década. En 2017, por ejemplo, la productividad laboral promedio en América Latina ya estaba por debajo de la media mundial, y la recuperación registrada en el último año apenas alcanza para mantener el estatus actual.
El secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, enfatizó que la región debe implementar una nueva visión de políticas de desarrollo productivo (PDP) para evitar lo que calificó como «una tercera década perdida». Según el organismo, estas políticas requieren priorizar sectores estratégicos, fortalecer la coordinación multiactor y promover iniciativas de articulación productiva, como clústeres.
El informe evidencia brechas significativas entre sectores y empresas. La agricultura, ganadería y silvicultura alcanzan apenas el 44% de la productividad promedio regional; el comercio, 69%; y la construcción, 77%. Las microempresas logran solo el 12,5% de la productividad de las grandes empresas, una diferencia mucho mayor que en economías desarrolladas.
En materia de ciencia, tecnología e innovación (CTI), la región invierte apenas 0,56% del PIB, lejos del 3% promedio de los países de la OCDE, del 3,6% de Estados Unidos o del 2,6% de China. La Cepal advierte que no solo se requiere aumentar recursos, sino también mejorar el diseño y la coordinación de las políticas de CTI, alineándolas con la transformación productiva de las economías.
Actualmente, América Latina cuenta con 712 iniciativas de clúster y otras formas de articulación productiva en 20 países, financiadas en su mayoría por gobiernos nacionales (58%), subnacionales (51%) y el sector privado (39%). Según la Cepal, estas iniciativas son clave para impulsar el crecimiento inclusivo y sostenible.
El informe también subraya las oportunidades que representan el cambio climático y la transición energética. El organismo internacional calcula que se necesitan entre 2,1 y 2,8 billones de dólares en inversiones acumuladas hasta 2030 para cumplir los compromisos climáticos y simultáneamente estimular el crecimiento económico. Las políticas de desarrollo productivo verdes e inclusivas, combinadas con las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN), podrían convertir a la región en una potencia en descarbonización y resiliencia.
Fuente: Finanzas Digital