Luigi Pisella, presidente de la Confederación Venezolana de Industriales –Conindustria-, opina que el aumento del salario mínimo es un «gran anuncio» porque va en la «dirección correcta». A pesar de no ser suficiente, «es la vía», apuntó.
«Tenía mucho tiempo que no veía que se hacía con cierta conciencia un aumento salarial, ya que está basado en un aumento de los precios del petróleo, de las ventas de oro y una mayor recaudación fiscal», explicó.
Pisella considera que todos los incrementos de sueldo deben estar apoyados en una revisión de la legislación laboral, así como en medidas económicas para que sea sustentable en el tiempo.
«Para nosotros es importante que nos sentemos a discutir cualquier incremento, porque puede tener repercusiones o incidencias en la empresa privada», advirtió.
«A pesar de señalar que en las empresas las remuneraciones son más altas, muchas se otorgan a través de bonificaciones atadas a la productividad; y existen muchos tipos de empresas y hay regiones con diversidad en los pagos», indicó.
Entre las consecuencias que puede haber en el sector por el reciente aumento salarial, están los pasivos laborales y contribuciones patronales que, el representante gremial admite que la empresa privada no los tiene calculados y pueden generar efectos.
«Nosotros buscamos una salida, pero tenemos que revisar la legislación laboral porque no está acorde con la situación; una de las cosas que más prela en los aumentos, es la retroactividad en las prestaciones laborales, no hay una medida que nos unifique en el sector privado, tenemos que trabajar en eso», destacó.
Considera importante que la industria nacional tenga el oxigeno para aumentar los salarios.
Aunque reconoce que el reciente incremento es insuficiente, a su juicio «es enorme» y es resultado de un «gran esfuerzo», pero que deber estar sustentado en ingresos del Estado o «será inflacionario y se perderá en el tiempo».
Fuente: Banca y Negocios